sábado, 12 de julio de 2014

Otero de Sariegos (Zamora)

El Palomar
Me acerqué a Otero de Sariegos pequeño pueblo abandonado que se encuentra a 2,5 km. de Villafáfila pero que tiene un enclave privilegiado para la observación de miles de pájaros.  En los alrededores hay la laguna así como los palomares – una construcciones típicas en la provincia- que hoy en día al vuelto a resurgir. En la entrada se erige la Iglesia de San Martín de Tours, que todavía se mantiene intacta.
Laguna de Otero de Sariegos

jueves, 13 de diciembre de 2012

Manganeses de la Lampreana (Zamora)

Siguiendo la rutas de los palomares, me detengo en otro pequeño pueblo de la província de Zamora situado en la comarca de la Tierra del Pan. Me refiero a Manganeses de la Lampreana, donde encontré otro vigías de barro en plena llanura. Como se puede apreciar, su forma es redonda, sin apenas techo y algo deteriorado en las paredes.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Pedraza de Campos (Palencia)

En la provincia de Palencia se encuentran unos 900 palomares tradicionales de barro, en diferentes formas y tamañnos.
Al sur de la comarca de Tierra de Campos, está Pedraza de Campos donde hay construidos 13, como podemos ver en las siguientes fotografías.

martes, 21 de septiembre de 2010

Villarrín de Campos (Zamora)

En Villarrín de Campos con sus lagunas salinas, un campo de golf y la posibilidad de probar su famoso queso de oveja, también encontramos en su extensión de tierras, los palomares.


jueves, 16 de septiembre de 2010

Construcciones asturianas

HÓRREOS
En Espinaredo el pueblo con los hórreos más antiguos del Principaco, se cuentas hasta nueve, debajo de los cuales se ven, con frecuencia, niños leyendo o jugando y algún que otro pintor que intenta plasmarlos en el lienzo.

miércoles, 5 de mayo de 2010

San Esteban del Molar (Zamora)

En la Autovia A6 dirección Madrid detente por unos momentos en San Esteban del Molar, un pueblo de 151 habitantes con una arquitectura tradicional que se caracteriza por el protagonismo del barro, empleado en forma de adobes, tapial y ladrillo, usando para mezclarlo con paja y enfoscar y proteger de las humedades los grandes lienzos de los muros. A la entrada del pueblo existen un par de palomares o vígias de barro que se levantan aislados en las fincas de los alrededores y típicos de estas tierras de campos en la pronvíncia de Zamora. 
Como podeis ver alguno está casi en ruinas, así podemos observar como estan construidos interiormente, que su forma es rectangular y construidos sobre barro.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Villafáfila y La Tabla (Zamora)




sábado, 19 de septiembre de 2009

Los palomares destacan en un paisaje austero

Por el camino encontramos los palomares típicos castellanos en los que se refleja la arquitectura popular de esta tierra y que servían para complementar la economía doméstica de los agricultores. Hoy son un elemento más dentro de un paisaje austero y muchos de ellos se encuentran abandonados.
Su misión era el cuidado y aprovechamiento de las palomas como complemento del trabajo agrícola que, aunque tiene su origen en la tradición romana, comenzó a desarrollarse como una verdadera cultura a finales del siglo XVIII.

Tordehumos (Valladolid)
















Aquí encontramos el "Mirador de Tierra de Campos", gracias a la recuperación de las laderas del castillo que data de la Edad Media y da nombre al pueblo, en referencia a las señales de humo que realizaban desde el torreón.

Tierra de Campos y Montes Torozos (Valladolid)

Corazón de la Tierra de Campos, la esquina más septentrional de Valladolid guarda entre sus infinitos trigales un encantador rosario de palomares supervivientes de una arraigada cultural rural.
Como góticos -o gordos-, en alusión a sus primitivos ocupantes, se conocen los extensos campos secularmente cerealistas que ocupan parte de las provincias de Palencia y Valladolid, extendiéndose hasta un par de rincones zamoranos y leoneses.
Transitando la ruta Tierra de Campos o la ruta de los Montes Torozos los encontramos la mayoría vestidos de adobe, como mandan los elementos, de muy diversas formas: circulares, cuadrados, poligonales, en forma de herradura; también de distintos tamaños y características, como palomares con patio, palomares con ornamentos; unos lujosos y otros sencillos, todos destinados a dar cobijo a alguna de las dos especies de paloma que viven en la región: la paloma zurita y la bravía.
No dejemos esta bella región sin probar los manjares representativos de sus cultura: el pan de candeal, tierno y blanco, y el palomino o pichón de nidal, que admite diversas preparaciones; acompañados con un tradicional queso de oveja y un vaso de buen espumante de elaboración artesanal.